Voluntariado: la poderosa herramienta del compromiso social
El voluntariado como herramienta del compromiso social es una actividad indispensable para el desarrollo íntegro de las comunidades. En caso de que aún no te animes a participar de él, aquí te presentamos algunos datos de valor.

La conciencia, producto de los movimientos sociales de las últimas décadas, ha traído consigo un compromiso social sin precedentes. Manifestaciones como el voluntariado, el activismo o la cultura de la donación son sólo algunos ejemplos valiosos.
Sin embargo, a pesar de su gran impacto, este compromiso aún se encuentra lejos de ser un fenómeno generalizado. La edad, el género o el sector sociocultural influyen directamente en la forma como las personas perciben este involucramiento.
¿Te gustaría explorar la relación entre compromiso social y voluntariado en pro de una mayor captación para tu causa? Aquí te contamos algunos aspectos clave.
Qué es el compromiso social
La percepción que se tenga sobre compromiso social puede variar según los parámetros de cada comunidad en el mundo. Por ejemplo, mientras que en América una causa prioritaria es la equidad de género, en Asia, el tópico sobresaliente es la pobreza.
Sin embargo, podemos describir el concepto de compromiso social de manera general en torno a dos variantes: 1) como una reacción empática, producto del sentido de pertenencia y la ética, y 2) como una obligación producto de incentivos pasivos en la sociedad.
Sea cual sea la visión,
el compromiso social parte de la necesidad por retribuir, de algún modo, a nuestra comunidad. Y puede dividirse según el grado de involucramiento de los individuos, por ejemplo: compromiso social filantrópico, integrado, o bien, participativo.
El primer caso apela a un involucramiento personal menor, donde la participación generalmente ocurre a través de donativos monetarios. Mientras que, en el segundo caso, la participación es más íntima y se busca la eficiente resolución a cada problemática.
Diferencias de género en el compromiso social
Tal como mencionamos, existen ciertos factores que determinan la participación de los individuos, al menos de manera generalizada. En este particular, la realidad común es que las mujeres tienden al compromiso social más que sus compañeros hombres.
Según la ética del cuidado (Patiño, 1994), esto ocurriría como resultado de su disposición a la empatía y la ayuda humanitaria. Lo cual
se produce a partir de un papel culturalmente impuesto como cuidadoras de las infancias y el hogar, en general.
Esta sería la razón central para la participación elevada de las mujeres en actividades relacionadas al voluntariado. Sin mencionar, el papel destacado que han tenido diversas figuras femeninas en el compromiso social dentro del sector administrativo.
Y es que, según un estudio realizado por Landry, Bernardi y Bosco a 341 empresas durante 7 años: mientras más mujeres hay en un consejo administrativo, más probabilidades existen de posicionar a la empresa en rankings de responsabilidad social.

Diferencias en el compromiso social según la edad
En la actualidad, y gracias a la influencia de las redes sociales, el compromiso social se ha convertido en una feliz tendencia. Como resultado de esto, dicho compromiso suele presentarse frecuentemente en personas jóvenes, de edad universitaria.
A esta conciencia derivada del acceso a la información se suman otros factores no tan novedosos. Recordemos que
el voluntariado suele ser una actividad emprendida en solitario. Lo cual es más cómodo para personas sin responsabilidades familiares, por ejemplo.
A la par, hay que considerar las restricciones de edad mínima para participar en esta clase de actividades. En consideración de la evolución cognitiva relacionada a la comprensión del entorno, las ONGs suelen establecer un mínimo de 18 años.
Sin embargo, no por eso debemos desanimarnos. La creencia popular de que las actividades de involucramiento social competen únicamente a los jóvenes es errónea. Lo único que se necesita para participar es, precisamente, comprometerte con tu causa.
Cómo impactan estas variables en el voluntariado
Como resultado de estos factores, prevalece una tendencia relacionada al
involucramiento y el compromiso social: el grupo demográfico de mayor presencia en el ámbito son las mujeres, principalmente aquellas en adultez temprana.
La única excepción se presenta, precisamente, en la edad adulta secundaria. Según datos de un estudio realizado por la Universidad ICESI, las mujeres adultas tienden menos al voluntariado integral. Esto, en comparación con las mujeres jóvenes y hombres adultos.
En este sentido, podríamos afirmar que el involucramiento de las mujeres surge de una comprensión temprana, socialmente adquirida del entorno. La cual, no suele ser alcanzada por sus contrapartes masculinas sino hasta una edad adulta más avanzada.
Esta ausencia de las mujeres adultas pudiera deberse a una falta de disponibilidad para participar de forma activa en voluntariados. Después de todo, una mujer trabajadora adulta suele verse en necesidad de compaginar el cuidado del hogar con la vida laboral.

La puesta en práctica del compromiso social nos compete a todas las personas, independientemente del género o el grupo etario. Sin embargo, eso no significa que no existan ciertas tendencias de participación al momento del verdadero involucramiento, sobre todo acentuar nuestra solidaridad en tiempos de crisis como los que se viven durante la pandemia por Covid-19.
Como parte de Rotary, es nuestra tarea conocer estas estadísticas con la finalidad de acercarnos e incentivar a cada grupo. Involucrar a nuestros socios en el voluntariado y el ejercicio comunitario es tan gratificante como beneficioso en general.
¡Empieza hoy e incentiva el compromiso social en tu club rotario!