Rotary 2021: consejos para plantear tus propósitos de año nuevo.
Todos tenemos propósitos de vida, y que mejor si comenzamos a trabajar por ellos con el año nuevo. Para lograrlos, será necesario establecerlos con calidad, a través de los consejos y sugerencias en los que coinciden algunos expertos.
Un propósito, no es un deseo.
Cualquier diccionario nos expone, con gran claridad, la diferencia entre tener propósitos y pedir deseos.
Mientras que un propósito es un objetivo que se pretende alcanzar o la determinación firme de hacer algo, por otra parte, desear es el interés que tiene una persona para que algo suceda.
Y claro, desear es tener aspiraciones, pero esos deseos tendrán mayor probabilidad de cumplirse, si los convertimos en acción, en vida.
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Plantea propósitos realistas.
Tener propósitos realistas, no significa abandonar los sueños complicados, simplemente, poner “pies en la tierra”, y aterrizar de qué forma los podemos hacer tangibles.
Para establecer buenos propósitos, es esencial que puedan realizarse, es decir, que podamos lograrlos con nuestros actos y recursos, sean personales, económicos, académicos y demás.
En ocasiones, hábitos como la comparación con otros y la falta de autoconocimiento, nos hacen pensar de una forma poco realista, y los propósitos, requieren objetividad.
La realidad, es el mejor punto de partida que tenemos para despegar.
Temporalidad
Los seres humanos nos movemos en el tiempo, de esa manera hacemos nuestra historia, una donde el presente es lo más valioso que tenemos.
Para que un propósito adquiera mayor determinación, es importante fijar metas intermedias y plazos realistas para cumplirlo.
Establecer metas intermedias, es una manera de acercarnos poco a poco a nuestros objetivos. Incluso, nos puede ayudar a medir con más precisión los plazos para cumplirlas.
Propósitos claros y específicos.
Estos elementos, son indispensables para que nuestros propósitos del 2021 sean realizables. La claridad de un objetivo, va de la mano con nuestra habilidad para detectar lo que queremos mejorar, cambiar o lograr.
Por otro lado, ser específicos, nos permitirá plantear propósitos bien enfocados, y es que no es lo mismo “bajar de peso este año” a “bajar 10 kilos en 10 meses, con la dieta del nutriólogo y haciendo ejercicio tres veces a la semana”.
Cuando se trata de planear nuestros objetivos, es muy útil que nos regalemos a nosotros mismos un espacio para reflexionar y obtener esa claridad que nos permita responder a la interrogante: ¿Qué es lo que realmente quiero hacer?
Justificación.
Si queremos repetir una conducta o cambiarla, será necesario identificar las motivaciones que la provocan.
Lo mismo con nuestros propósitos, si tienen una buena justificación, por consiguiente, encontraremos la motivación principal.
Lo anterior, ya que cuando justificamos nuestros objetivos, podemos visualizar parte de lo que vamos a obtener una vez lo hayamos conseguido.
La motivación, es una herramienta que nos ayuda a continuar con nuestros objetivos cuando las cosas se complican. Incluso, recuerda que la falta de motivación, es uno de los principales síntomas de la depresión.
Traza un plan para lograr el objetivo.
Cuando desarrollamos nuestros propósitos de año nuevo, debemos tener un pensamiento estratégico, que, aunque suena como algo sacado de una serie de Netflix, es más bien una técnica para trazar rutas a nuestros objetivos.
Pensar estratégicamente, es atender los recursos con los que contamos, las fuerzas a las que nos vamos a enfrentar y el terreno en donde llevaremos a cabo nuestros pasos.
No es necesario ser un genio para trazar la ruta a un propósito, basta con preguntarnos: ¿Cuál será el primer paso? ¿Qué voy a hacer para lograrlo? ¿Cuáles son las alternativas? ¿Qué voy a hacer si fracasa lo planeado?
Ponlo por escrito.
Todo proyecto, se comienza a hacer tangible sobre el papel. Existen investigaciones, en las que se afirma que tienen mayor probabilidad de cumplirse las metas que se escriben a las que sólo se piensan.
Por muy brillante que sea nuestra memoria, el día común hace que se nos olviden los objetivos principales por los que queremos vivir. Por ello, poner los propósitos en el papel, es darles existencia.
Y que mejor si los tienes en un lugar donde todos los días puedas recordarlos y así darte cuenta de lo cerca o lejos que estas por cumplirlos.
Rodéate de personas que te puedan ayudar.
Un factor determinante para lograr tus objetivos, es acercarte a las personas que, por su experiencia, puedan ayudarte a realizarlos.
Es muy común encontrar personas talentosas que, por carecer de mentoría, no explotan su potencial.
Rodearse de personas que te puedan ayudar con tus propósitos y viceversa, es un verdadero regalo que debemos valorar y cuidar, pues es aquí donde la experiencia de años pasa a ti a través de consejos y guía.
Autorrecompensa.
Cada vez que logres un objetivo, por más sencillo y pequeño que parezca, es digno de que le asignes su reconocimiento. Y es que a veces las pequeñas conductas, detonan grandes explosiones de voluntad.
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Visualízate logrando tus propósitos.
En este tablero de ajedrez al que llamamos vida, el tiempo es tan efímero que, no hacer lo posible por cumplir nuestras aspiraciones, es en verdad un atentado contra la existencia.
Estamos a punto de comenzar un nuevo año: visualiza cómo será tu vida cuando cumplas tus objetivos y pregúntate si en verdad vale la pena. De lo contrario, replantea tus objetivos, hasta que la plenitud te diga que estás viviendo.
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