¿Qué hacer cuando crees que ya hiciste todo?
La madurez alcanzada cuando se tiene estabilidad laboral y económica, puede generar un sentido de despropósito en la vida. Es así como algunos adultos experimentan la necesidad de replantear objetivos y metas. El presente artículo nos muestra diferentes actividades que pueden ser sumamente valiosas durante este periodo de vida.

Contribuir con el cuidado del medio ambiente
Cuando una persona muestra conductas de cuidado del medio ambiente, al mismo tiempo deja claras dos cosas. Primero, que es una persona capaz de cuidarse a sí mismo y segundo, que es capaz de cuidar de los demás.
Una persona que no ha aprendido a cuidar de sí mismo difícilmente emprenderá la labor de cuidar el medio ambiente. Queremos recomendarte que te permitas elegir una vida más ecológica. Al mismo tiempo que disfrutas la satisfacción de ser parte del cambio positivo en el mundo.
Cuando conectamos con la naturaleza, aprendemos que todos formamos parte de ella. Descubrimos su complejidad y, al mismo tiempo, su sencillez. Aprendemos que la felicidad no está en los bienes que poseemos, sino en la belleza que cada mañana nos regala.
Puedes comenzar ahora, plantar un árbol, disminuir tu consumo de energía eléctrica, usar la bicicleta para ir a la tienda. Construye un huerto, separa la basura, has composta en casa, crea ecoladrillos.
Fortalecer el tejido social
Nuestro contexto puede llegar a ser sumamente caótico. Vivimos un presente donde no solo enfrentamos una contingencia sanitaria, sino que tenemos una gran cantidad de problemáticas sociales.
La violencia, la corrupción, el abuso, la desigualdad y la impunidad están a la orden del día. Por esa razón es totalmente natural que lleguemos a experimentar ansiedad, estrés, depresión y miedo, entre otros tantos malestares.
Ante esta realidad tan cruda, el ser humano ha buscado la manera de agruparse. Existen cientos de comunidades y organizaciones que tienen como finalidad brindar apoyo a quienes más lo necesitan. Rotary es una de ellas y, sin lugar a dudas, una de las más sólidas.
Cuando nos involucramos en estos grupos o comunidades, no solo estamos dándole sentido a nuestra existencia, sino que nos elevamos a un sentido más noble. Nos alejamos de la simple autosatisfacción y alcanzamos la dicha que trae consigo la acción de servir a los demás.
De esta manera fortalecemos el tejido social, hacemos que más personas se conozcan, generando una mayor confianza y cooperación. Cuando unimos esfuerzos solidarios, somos capaces de realizar colectivamente actividades de mutua protección, apoyo y resistencia ante las amenazas.
Hacer amigos nuevos
No queremos invitarte a que dejes de frecuentar a tus amigos, sino que te permitas formar parte de nuevas redes sociales. Que abandones esas ideas que te hacen pensar que a tu edad ya no es posible crear un nuevo grupo de amigos.
Queremos que abras los ojos y aproveches la oportunidad que nos regala la vida. Hoy más que nunca puedes
conectar con personas que tienen intereses similares a los tuyos.
Permítete entrar a comunidades virtuales y descubrir personas nuevas.
Quizá termines descubriendo que vale la pena, quizá incluso puedas preferir pasar más tiempo con nuevas amistades. Deja que las personas que te aprecian en su vida se hagan presentes. Pero, sobre todo, aprovecha tu tiempo con personas que te valoran, te aprecian y
te inspiran a ser mejor.
Aprender algo nuevo y compartir el conocimiento
Finalmente, otra alternativa que queremos proponerte es ser parte del proceso de enseñanza-aprendizaje. Sabemos que quizá no estés interesado en cambiar de carrera y convertirte en un profesor. De hecho, ese no es el punto que quisiéramos abordar.
Más bien, estamos hablando de ser conscientes de que el conocimiento es uno de los principales motores de nuestra dicha y alegría. Y aún mejor, es una fuente inagotable de satisfacción, ya que nunca terminamos por conocer todo lo que nos rodea.
Es así como, algunas personas que alcanzan cierta madurez, empiezan a escribir sus experiencias para compartirlas con los demás. Otros incluso deciden tomar un curso, realizar nuevos estudios e investigaciones, disfrutando el placer que trae consigo el conocimiento.
Una vez que se alcanza cierto nivel de aprendizaje, podemos empezar el camino de transición de novatos a expertos. La manera más sencilla de lograrlo es cuando lo enseñamos a los demás.
Así es como podemos inspirar a otros, sumar más personas valiosas a nuestra comunidad. Ampliemos las redes de apoyo y generemos un sentido de vida más allá de nuestras ambiciones personales.
Acciones de cuidado del ambiente, fortalecimiento del tejido social, la búsqueda de nuevas amistades, así como ser parte de la sociedad del conocimiento, han permitido a cientos de personas reorientar su propósito de vida, haciendo que sus vidas tengan mayor sentido y sean más alegres, plenas y libres.
Podemos hacer que nuestra existencia tenga mucho más sentido cuando ponemos nuestro talento al servicio de los demás. Aún queda mucho por hacer, no obstante, cada vez somos más las personas que contribuimos a que nuestro mundo sea un mejor lugar.
Este es tu momento, permítete ir más allá de lo ordinario, mereces ser feliz, vivir con plenitud y sirviendo a un propósito mayor.