En una época donde la generación de bienes determina los valores, el trabajo social es relegado en urgencia y necesidad. Y, sin embargo, éste, así como sus resultados subsecuentes, siguen siendo la base para las sociedades de verdadero bienestar humano.
En general, servir de manera desinteresada permite la supervivencia y prolonga nuestra existencia como grupo. Es por esto que aprovechar nuestra vida para ayudar a nuestros semejantes nos provee de la máxima satisfacción como seres humanos.
Además, dedicarnos a servir a otros, muchas veces nos brinda una mejor noción de quiénes somos y qué queremos. Esto, ya que nos incita a reflexionar y a hacernos conscientes de hasta dónde podemos llegar para hacer lo correcto.
Esta actividad, más que un pasatiempo, pasa a integrarse como una parte fundamental de lo que somos. Nos hace empáticos y comprometidos; valientes y perseverantes. Servir a otros como actividad común siempre nos ayudará a formarnos como personas de bien.
Esto no significa que debas relegar tus necesidades en bien de hacerte daño a ti o a quienes te rodean. Pensar primero en los demás implica estar comprometido con los requerimientos de otras personas y encontrarte dispuesto a buscar soluciones.
En este sentido, la sociedad actual ha provocado que nos encontremos predispuestos para pensar primero en nuestros intereses. De modo que pensamos que renunciar a nuestros privilegios para atenuar urgencias ajenas, no vale la pena.
También, se nos ha condicionado de tal forma que nos cuesta mucho más que antes volvernos cercanos con otras personas. Tenemos gente que apreciamos, pero, con frecuencia, optamos por no apegarnos demasiado con tal de no preocuparnos de más.
Por eso, involucrarnos e interesarnos por otros es tan necesario. Porque si no generamos un vínculo real con las personas, no podremos decir que estamos verdaderamente comprometidos con ellas. Es decir que, para ayudar, primero hay que aprender a sentir.
Para comprender mejor lo que significa “servir por encima del yo”, te invitamos a ver la siguiente entrevista con Brad Howard, acreedor del máximo reconocimiento personal de Rotary International: el premio al servicio por encima del yo.
De no contar con un equipo de personas igual de comprometidas que tú, tu proyecto puede estancarse o resultar deficiente. Esto, sin mencionar que el alcance de tus acciones puede encontrarse limitado por las posibilidades de una sola persona.
Si recién te interesas por el acto de servir a otros, lo recomendable es que te acerques con grupos experimentados. Rotary es una excelente oportunidad para encontrar este tipo de afiliación, además puede ampliar tu noción de la problemática y enriquecerte con alternativas.
Al principio, puedes no tener en claro mucho de lo que harás. La obtención de recursos, el presupuesto inicial, el capital humano o la difusión de servicios. Sin embargo, hay algo que, con seguridad, conoces con antelación: a quiénes deseas ayudar.
Puede que quieras ayudar a muchas personas al mismo tiempo o que priorices en un grupo familiar para ti. Basta con interesarte, escuchar y sentir para decidirte a apoyar tal o cual grupo, sin necesidad de que otros insistan.
Así, tu proyecto puede orientarse a cualquiera de los grupos vulnerables que, desgraciadamente, son muchos, por lo que en Rotary tenemos seis áreas prioritarias: fomento de la paz; prevención y tratamiento de enfermedades; suministro de agua potable; salud materno-infantil; promoción de la educación; y desarrollo de las economías locales.
Lo importante es que tu necesidad por ayudar sea auténtica. Lo demás, surgirá conforme avances en tu proyecto. Piensa que, al servir a otros, estás actuando desde la comunidad para la comunidad y nunca vas a encontrarte solo.
Servir a otros es una tarea ardua que implica un gran desgaste físico y emocional, precisamente porque necesita de personas que estén dispuestas a comprometerse: que se preocupen y busquen cualquier forma de facilitar las vidas de quienes ayudan.
De esta forma, el acto de servir a otros, ciertamente, representa una labor que no cualquier persona puede hacer. Quienes se involucran con el servicio a la comunidad entienden de antemano que trabajan en favor único de otras personas.
¿Y tú? ¿Estás preocupado por alguna problemática en tu vecindario o comunidad? Empieza organizándote, siendo creativo y acercándote con grupos que aboguen por tu misma causa. En el Club Rotario San Nicolás de los Garza te estamos esperando ¡Anímate a hacer el cambio!