Acciones que puedes emprender para ayudar a los más desprotegidos
Nuestras acciones personales pueden marcar la diferencia en el combate contra la pobreza y la desigualdad. Hoy depende de nosotros ser la pieza que impulse a las demás para generar un efecto dominó de caridad y beneficencia.

Infórmate de las necesidades de tu comunidad.
Los grupos vulnerables pueden estar muy cerca, basta con poner un poco de atención a las noticias o redes sociales, para conocer personas que la están pasando mal a causa de las carencias económicas.
No obstante, es importante que nuestras acciones sean inteligentes, pues en la noble labor de ayudar de forma personal, existen algunas complejidades que nos pueden hacer perder de vista la necesidad esencial. Informarnos para actuar, es un proceso que nos permite ofrecer acciones inteligentes.
En nuestra ciudad existen organizaciones que ayudan a los grupos vulnerables,
Rotary es una de ellas, puedes ver sus sitios web y redes sociales para informarte y conocer las zonas donde existe mayor necesidad, así como la forma de aportar algo.
Cultiva la virtud social del voluntariado.
El motor de las causas sociales más auténticas, es el voluntariado. Y es que esta voluntad, que no espera nada a cambio de ayudar, es lo que realmente puede mejorar la realidad que vivimos.
Incluso en los organismos internacionales como la ONU, el voluntariado representa una fuerza insustituible para los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por suerte, el voluntariado sigue aumentando a nivel mundial y México no es la excepción. Y aunque no hay forma de medir todo el trabajo de voluntariado que se hace, podemos ver los estimados a través de las instituciones sin fines de lucro.
Según datos del INEGI, el valor económico del trabajo realizado por los voluntarios en una institución sin fines de lucro, equivale a un aproximado de 61 mil 570 millones de pesos al año.
El voluntariado es una forma inteligente de sumar tus acciones personales para el beneficio social. Descubre aquí, cómo puedes cambiar la vida de las personas a través de tu compromiso social
Aprendamos el valor de contribuir.
La generosidad, dice el economista Juan Diego Gómez, es el negocio más rentable de todos. En nuestro país, tenemos grandes ejemplos de mujeres y hombres cuya generosidad ha beneficiado miles de hogares mexicanos. Desde empresarios, hasta trabajadores que aportan lo que está en sus posibilidades para ayudar.
Las contribuciones económicas pueden parecer simples, pero su impacto es muy profundo, cuando se utilizan de forma eficiente para apoyar acciones o propuestas sociales.
Incluso, la contribución ha evolucionado para romper esquemas, pues no solo se trata de un aporte en dinero, sino también de acciones que persigan una finalidad común.
Es decir, cuando consumimos productos locales, inconscientemente contribuimos al desarrollo de la economía de la región, o mejor aún, existen empresas socialmente responsables que contribuyen a diferentes causas.
Toda contribución es valiosa, y vale la pena preguntarnos, ¿Cómo estoy contribuyendo con mi comunidad? ¿Cómo puedo hacer una contribución inteligente y de alto impacto? Descubre cómo dar al prójimo también es un compromiso y da un paso adelante para contribuir.
Implicarse en actividades a largo plazo.
Todos tenemos una causa, siempre existe algo que nos hace despertar una fuerza por buscar la justicia y mejores oportunidades, esa causa es la que debemos seguir a largo plazo, y de por vida.
La mejor forma de involucrarnos en proyectos sociales a largo plazo, es encontrando aquellos que están relacionados con nuestras causas. Conoce más sobre las causas de Rotary y cómo puedes ser parte de sus planes de acción aquí.
Algunos pueden pensar que no tienen una, pero la realidad es que tal vez no la han aterrizado, pues es inherente a la vida de cada individuo y muchas veces guía nuestros pasos.
Para involucrarnos en actividades sociales de largo plazo, no es necesario “descubrir el hilo negro”, simplemente tenemos que ponderar cuáles son nuestros intereses y con qué proyectos podemos funcionar mejor.
Está comprobado, que una vida con propósitos y causas claras, es sinónimo de una vida feliz. Tenemos la oportunidad de ayudar, mientras nos ayudamos a nosotros mismos a desarrollarnos personal y profesionalmente. Los proyectos a largo plazo forjan nuestro liderazgo y carácter.
Cada día que pasa, puedes reconocer que la vida es un tesoro, y lo interesante es compartirlo: a través de un consejo, un abrazo y esas cosas sencillas que pueden dibujar una sonrisa en la persona que más lo necesita.
En nuestras manos, están las manos de quien puede ayudar, construir puentes para que generaciones crucen la adversidad. La trascendencia como empresarios, profesionistas, académicos, como seres humanos, la encontraremos cuando impactemos positivamente en la vida de los demás.
Una regla garantizada es que el mundo sigue dando vueltas, y las personas que hoy ayudamos, mañana pueden beneficiar a otros. Es un efecto dominó, y nosotros somos la pieza que debe iniciar el recorrido.