Economía digital: a un clic de mejores oportunidades.
La economía digital ya es una realidad, y sus ventajas potenciales son financieras y humanas. Esta puede ser la herramienta que nos ayude a construir una economía sostenible, con oportunidades para todos.

¿A qué nos referimos con economía digital?
Estamos tan familiarizados con la tecnología, que resulta sencillo averiguar alguna noción de lo que es la economía digital, pues automáticamente lo relacionamos con comercio electrónico, redes sociales y Apps.
Y lógicamente estamos en lo cierto, la economía digital es un término empleado para los fenómenos tecnológicos que han impactado en los modelos de producción y consumo.
Actualmente, desde empresas hasta gobierno, deben buscar el camino a la digitalización, lo cual permite servicios más eficientes y mayor transparencia en las operaciones.
En nuestro día común, somos parte de la economía digital desde que pedimos un servicio de transporte a domicilio a través del celular, hasta cuando hacemos una videollamada de trabajo.
Literalmente, atendemos nuestras finanzas, trabajo, escuela, proyectos y un sinfín de trámites, desde la pantalla de un celular o una computadora.
¿Cómo impacta la economía digital en el sector financiero?
Es fácil darnos cuenta que la tecnología ha mejorado nuestras vidas en muchos aspectos, personales y profesionales. Pareciera incluso que el progreso llega a donde se encuentra la tecnología.
Uno de los sectores más beneficiados es el financiero. Teniendo como prueba que, a pesar del confinamiento social provocado por el COVID-19, ha logrado sobrevivir gracias a la digitalización de sus servicios.
Y es que el propósito principal del sector financiero, es hacer que el dinero fluya por la economía, ¿Te imaginas qué sería de la economía mundial sin las aplicaciones tecnológicas en tiempos de COVID?
El impacto es revelador, al grado que según estudios de McKinsey Global Institute de la ONU, la digitalización podría generar un incremento de 3.7 billones de dólares en el PIB mundial para el año 2025.
Por esta razón, vale la pena aprovechar la crisis actual para reinventarnos, y reflexionar sobre las áreas de oportunidad que nos ofrece la economía digital, no basta con ser usuarios, debemos capitalizar estas herramientas.
El potencial de las finanzas digitales.
Las finanzas digitales tienen una cualidad de alto impacto: el dinero digital permite a cualquier persona contribuir al desarrollo económico, mientras obtiene acceso a financiamiento, créditos, seguros, y multiplica estos servicios para otros.
Agregando a lo anterior, los beneficios se extienden más allá de los servicios financieros convencionales, ya que pueden ser motor para la creación de empleo en los países en desarrollo.
Y es que gracias al acceso económico que brindan las finanzas digitales, pueden salir beneficiadas desde Pymes, hasta familias que actualmente no tienen acceso a financiamiento.
Esto es un ancla gigante para nuestra economía, pues todos sabemos que, sin recursos financieros no habrá creación de empresas, empleos y peor aún, muchos tendrían dificultad para cubrir necesidades básicas.
Las finanzas digitales ofrecen acceso económico a todos, y sus beneficios alcanzan a resolver problemas sociales, como la pobreza, deserción escolar, desempleo, desigualdad, entre otros.
Seamos inteligentes, y ayudemos a que los
sectores más vulnerables de la población tengan acceso a las finanzas digitales, lo cual puede garantizar que cubran sus necesidades básicas y se incorporen a la economía formal.
Beneficios de la digitalización.
La digitalización, es una de las llaves que pueden abrir la puerta al desarrollo sostenible.
Sus beneficios no sólo son financieros, son humanos.
Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones, para febrero del 2019 en México, había más de 86.5 millones de usuarios de teléfonos celulares y más de 80.6 millones de usuarios de internet.
Sin duda, estos datos han incrementado, dando apertura a ciudadanos más informados y con mayor accesibilidad a servicios.
La ONU, a través de sus representantes, promueve la economía digital como una herramienta para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y es que sus beneficios son muy amplios.
Por un lado, aumentan la eficacia y la rendición de cuentas de la financiación pública, y por otro, educa a los ciudadanos para que aprendan a vincular sus gastos de consumo con los ODS.
Es decir, impulsa la transparencia de recursos públicos, y genera un sistema financiero saludable para los particulares.
Y es que, tal como lo mencionamos en párrafos anteriores, la digitalización tiene un alcance global inmediato, que puede llegar a zonas rurales o países en desarrollo, cuyos habitantes necesitan recursos para mover la economía.
Lo mejor de la economía digital, es que representa una herramienta para el progreso humano; sus efectos combaten directamente problemáticas sociales como la pobreza y la corrupción.
Y si bien es cierto que aún existen grupos vulnerables de la población que no tienen acceso a estas tecnologías, hay muchas ONG impulsando proyectos para ofrecer accesibilidad tecnológica a distintas comunidades.
Incluso, el mismo mercado se ha encargado de inclinar a la sociedad al uso de las nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Aún faltan muchos recursos por descubrir en ese universo digital del que apenas conocemos una chispa.
Debemos apostar por una economía con acceso para todos, donde las oportunidades personales y el desarrollo humano se encuentren a un clic de distancia.