Dr. Carlos Canseco: 3 lecciones de vida a 100 años de su natalicio.

El Dr. Carlos Canseco, es el ejemplo de aquellos profesionistas que, con perspectiva humanitaria, logran impactar en el futuro de las ciudades. Su trabajo en la lucha contra la poliomielitis ha sido de inspiración para los grupos Rotary. 

Lo mejor que le puede ocurrir a cualquier persona, es convertirse en alumno de aquellos líderes que dejan como herencia social las lecciones que les sirvieron de brújula en el mapa de sus experiencias.



A 100 años de su natalicio, vale la pena recordar algunos de sus principios y, sobre todo, ponerlos en práctica, para que surjan líderes en esta época donde la crisis económica y humanitaria están dejando su marca.

¿Quién fue el doctor Carlos Canseco?

El Dr. Carlos Canseco nació en Tampico, Tamaulipas el 17 de marzo de 1921. Egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México, para después, por consejo de su padre, viajar al extranjero para continuar su formación.

Terminó sus estudios de especialidad en alergología en la Universidad de North Western, Chicago, E.U. Así como la especialidad en inmunología clínica en la Universidad de Pittsburg, Pennsylvania, E.U. Con lo cual, en esos años se convirtió en el cuarto alergólogo mexicano.

Lo anterior, probablemente por un propósito que hizo a temprana edad: combatir enfermedades como la polio. Y es que cuando era niño, fue testigo de lo que esta enfermedad ocasionó a sus amigos de vecindad.

En 1946, con tan sólo 28 años de edad, creó la primera cátedra de alergología en la Universidad de Nuevo León, ahora UANL.

Su espíritu humanista le hizo rodearse de personas con las mismas ideas. Y en la ciudad de Monterrey, donde vivió y ejerció como médico, ingresó por invitación al Club de Rotarios el 18 de enero de 1950.

Gracias a su ambición y al trabajo que desempeñó en diferentes cargos de Rotary, en 1984 se convirtió en el presidente de Rotary International. Promoviendo proyectos contra la polio e ingresando a la comunidad rotaria en la OMS.

Uno de los datos más interesantes del Dr. Carlos Canseco, es que en 1950 fundó el Club de Futbol Monterrey, mejor conocido como “rayados” por el uniforme que él mismo seleccionó para los jugadores.

Recibió un sin número de reconocimientos, medallas de manos del presidente de México, doctorados honoris causa. Y sin duda, lo que más recordaba con orgullo era su lucha contra la poliomielitis.

Falleció el 14 de enero del 2009, en la ciudad que lo adoptó como regio universal. Sus acciones fueron de impacto.



Hoy, gracias a líderes como el doctor Carlos Canseco González, Rotary International está a punto de erradicar la polio del mundo entero.

Lecciones del doctor Carlos Canseco:

Trasciende en el prójimo.

Gracias al consejo y el ejemplo de su padre, conocido en su comunidad como “el médico de los pobres”, el Dr. Carlos Canseco adoptó como eje rector de sus acciones “trascender en el prójimo”. 

Desde sus objetivos profesionales, hasta los personales. El Dr. Canseco aprendió que ayudar a los demás con lo que hacemos día con día, es la mejor manera de crecer como humano.

Actualmente, hacen falta líderes con este principio. Hacen falta personas que no sólo se limiten al logro material, sino que despierten su intención por trascender más allá de lo que el mercado nos vende como importante.

Trascender, es una palabra muy profunda. Pero que la mayoría de las veces no alcanza a impregnarse en las venas de quienes nos rodean, y entonces se vive bajo limitaciones.



Te aseguro que muchos se sorprenden al saber que un regio, logró ser presidente mundial de los rotarios. Pero más vale que te acostumbres, siempre y cuando adoptes adecuadamente el término “trascender”. 

Haz lo que crees… cree en lo que haces.

El escenario que nos toca vivir hoy en día, es muy demandante. Poco a poco nos sumerge en tantas ocupaciones, que comenzamos a ahogarnos en un mar de actos automáticos.

Es importante detenernos un rato, y cuestionarnos si vale la pena invertir el poco tiempo que se nos regala, en acciones en las que no creemos.

Por más que autores, pensadores y líderes nos recuerden esta lección, parece que muchos no la aplican y se convierten en ateos de sus propios objetivos.



Creer de manera auténtica y prudente, en lo que somos y lo que hacemos, nos permite entender de dónde venimos y hacia dónde vamos. Somos capaces por el simple hecho de pensar que somos capaces.

Dar de sí, antes de pensar en sí.

Este lema rotario debería estar presente en la personalidad de todo líder. Basta con echar un vistazo a las redes sociales para enterarnos que la individualidad está ganando territorio al cooperativismo.

Y ahora es muy difícil encontrar a personas que ayuden a los demás, sin haber pensado antes en una ganancia, sea social o económica.