¿Cómo mitigar la crisis del COVID-19 mediante el compromiso social?
La pandemia por COVID-19 ha provocado que múltiples crisis humanitarias cobren fuerza alrededor del mundo. Descubre cómo puedes practicar el compromiso social para contribuir a la recuperación de nuestras comunidades.
El compromiso social en la actualidad es un tema complejo, precisamente porque el entorno al que se aplica también lo es. Las necesidades de cada comunidad y el compromiso social se ha amplificado como resultado de la visibilización de realidades diversas que vivimos.
La pandemia por COVID-19, en particular, plantea un antes y un después en torno a cómo practicamos nuestro compromiso. Así como hacia dónde queremos dirigir nuestros esfuerzos y que esperamos del trabajo desde y para la comunidad.
¿Tú también has reflexionado sobre el papel del compromiso social en una realidad post-pandemia? ¿Te interesa leer más al respecto? Enseguida te presentamos algunos puntos que no puedes pasar por alto.
Qué es el compromiso social
Este concepto hace referencia a la obligación que recae sobre un individuo o grupo de individuos que integran una comunidad. Dicha obligación se relaciona con la
puesta en práctica de acciones que garanticen la supervivencia y prosperidad de esta última.
¿Cómo lo conseguimos?
A partir de la autoconciencia, la comprensión y aprendizaje continuo sobre el entorno inmediato y no inmediato. Las personas que se interesan por los problemas y oportunidades de su comunidad, son las que trabajan en torno a éstos para una mejora.
Cabe decir que el compromiso social puede aplicarse de manera externa o interna. Es decir, podemos llevar a cabo acciones que contribuyan al desarrollo colectivo, a la par en que trabajamos por convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos.
Cuando se trata de compromiso social, lo importante es reconocer que acción y decisión individual influye a gran escala. Ya que todos conformamos, moldeamos y prolongamos la existencia de la comunidad, arraigamos un compromiso y fidelidad con la misma.
Un aspecto importante del compromiso social es que, pese a entenderse, como una “obligación”, no lo es como tal. No existen parámetros sociales estrictos (al menos, no legislativos) en torno a una mayor o menor práctica del compromiso social.
Así pues, el compromiso social se practica a disposición de cada persona. Es una decisión consciente que parte del
interés, empatía y solidaridad con los nuestros. De tal forma, nos permite enriquecer nuestra cultura a la par en que estrecha lazos entre las personas.
Las principales necesidades sociales post pandemia
Desde inicios de la pandemia, el mundo pronosticaba catástrofes importantes sobre todo en materia económica. Según datos del Banco Mundial, la pandemia por COVID-19 provocó la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Esta contracción en la economía mundial, a su vez, provocó daños en la estructura laboral de las naciones. De acuerdo con el INEGI, entre marzo y abril del 2020 se perdieron 12.5 millones de puestos de trabajo en México.
Sin embargo, las problemáticas sociales derivadas de la llegada del SARS-CoV-2 no terminaron ahí. La convivencia prolongada de personas en un espacio reducido visibilizó crisis que no han recibido la debida atención. En particular, la violencia de género y familiar.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública,
durante 2020 se denunciaron 20,232 delitos de violencia familiar. Esta cifra representa más del doble de la que se registró en el 2015. Igualmente, el número de llamadas al 911 se incrementaron de 155,000 a 170,000.
En cuestión de género, la crisis actual es igual de preocupante. Incluso antes de la pandemia, 1 de cada 3 mujeres declaraba haber sido víctima de violencia física o sexual. La crisis sanitaria forzó a muchas mujeres en el mundo a pasar el aislamiento con su abusador.
Lo mismo aconteció para los grupos vulnerables. Tales son los ejemplos de personas integrantes de la comunidad LGBT+ (homosexuales, bisexuales, transgénero) y personas con algún tipo de discapacidad.
Todo esto, sin mencionar los efectos devastadores que la cuarentena ha tenido en la salud mental de millones de personas. Según datos de las Naciones Unidas, casi un tercio de la población mexicana presenta síntomas de estrés postraumático tras la pandemia.
Cómo ejercer un compromiso social en la actualidad
Con la llegada de una aparente “nueva normalidad” muchas personas han planteado una dinámica de “borrón y cuenta nueva”. Y si bien, esta mentalidad puede traer resultados positivos a nuestros propósitos personales, resulta ineficiente para el compromiso social.
Tras una crisis sanitaria y humanitaria como la que ha planteado el COVID-19
es necesario ser conscientes de las nuevas problemáticas. Pretender que éstas no han configurado una nueva normalidad y seguir adelante sólo representará un desgaste de esfuerzo y recursos.
Así, es necesario informarnos en torno a la situación actual de nuestra comunidad y el efecto que la pandemia ha tenido. Particularmente, hace falta segmentar las causas a las que deseamos enfocarnos y partir de una perspectiva humanística antes de abordarlos.
Una vez contemos con las armas informativas pertinentes, habremos de escuchar las voces de las personas afectadas. Recuerda que ninguna causa puede trabajarse a menos que los protagonistas brinden un panorama amplio de la situación.
Finalmente, alíate con personas igual de interesadas que tú. No concentres tus esfuerzos en una problemática sólo porque “es lo correcto”. Busca apasionarte por aquello que defiendes y preocúpate por alcanzar los mejores resultados.
El compromiso social forma parte fundamental de quiénes somos como seres humanos. Y, en particular, de lo que representa la trayectoria de Rotary. Mantener esta filosofía en el futuro y a pesar de las crisis siempre será un acto en beneficio de la humanidad.
¿Qué te parece? ¿Hay alguna problemática post-pandemia que te interese abordar? No temas informarte y atrévete a emprender un verdadero cambio. Te invitamos a conocer los programas en
Club Rotario San Nicolás para sumarte a estos esfuerzos.
