A veces, no comprendemos el dolor ajeno, hasta que nos toca vivir en carne propia lo mismo. Sin embargo, somos capaces de
reconocer el desconsuelo, sabemos ver cuando un punzante impacto reverbera en nuestro prójimo.
Y esta en nosotros decidir qué hacer al respecto.
Seguro que más de una vez estuvo alguien ahí para ti, en los momentos más difíciles de tu vida. Ese apoyo de un amigo, de un familiar o porque no, quizá de algún extraño, seguro causó una huella positiva y quedó registrada en tu mente la belleza de la bondad humana.
La compasión es una de las maneras en las que el ser humano muestra su más profundo amor. Pues nos confronta a la renuncia de aquello que seguramente no te sobra. Pero de eso se trata, de dar aquello que nos cuesta dar.
Si no fuera por millones de personas que todos los días reafirman su
compromiso social, este mundo sería inhóspito.
El apoyo de estos héroes sin capa amortigua el impacto de las peores crisis.
Y sí, te necesitamos ahora. No se trata solo de dar dinero, aunque sin duda siempre será necesario para apoyar cualquier buena causa. Se trata de aquello que se puede hacer con el dinero.
Sabemos que todo tiene un precio, pero no siempre es dinero lo que uno puede brindar. Hay otros capitales que, en ocasiones, pueden ser más valiosos, como una gestión efectiva, una capacitación o asesoría oportuna, tu capacidad profesional, tu trabajo, tu esfuerzo
En este sentido, puedes elegir la indiferencia ante la crisis que vivimos hoy, en todo el mundo. O bien puedes decidir ser parte de una buena red social de apoyo.