La Ética en Rotary

¿Qué harían si sus compañeros, por cariño o por alagarlos, invitan a uno de sus hijos a pertenecer a Rotary, sabiendo que no reúne las condiciones para el ingreso?

 

Ante estos temores solo me queda un camino, hacer de mi hijo para cuando sea adulto, un hombre de buena conducta y sana reputación en su negocio o en su profesión, con cualidades de líder aplicadas al servicio y con una posición en su trabajo que le permita invertir tiempo para ser útil a los demás y a él mismo.

 

¿Pero cómo lograrlo?, Se que cada uno sabe cómo hacerlo, pero no está de más recordar siempre la voz popular que dice: “Si dios te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que te confiere, haz que ese hijo, hasta los 10 años te admire, hasta los 20 te amé y hasta la muerte te respete; se para ese hijo, hasta los 10 años su padre, hasta los 20 su maestro y hasta la muerte su amigo”

 

¿Pero por qué deseo que mi hijo sea Rotario?, porque quiero lo mejor para él, porque deseo que sea feliz, porque nada me daría más alegría que verlo dar de su tiempo, de su inteligencia y de su esfuerzo por lo demás, porque conocerá tanto de tantas personas buenas, que día a día aprenderá y practicarán el ser mejor, porque las personas buenas tienen mucho que enseñarle a los demás.

 

Aunque ahora mi hijo es pequeño, estoy seguro de que ya empieza a comprender lo que es Rotary porque tal vez comparte lo que yo siento cuando vamos juntos a tantas reuniones Rotarias, y porque en ocasiones me mira a los ojos cuando hablo de Rotary.

 

Pero en la medida en que crezca, me hará preguntas sobre nuestra organización y tal vez mí corazón se desborde y le hable de todas las maravillas y cosas extraordinarias que significa ser Rotario.

 

Pero como no estoy seguro si viviré para cuando mi hijo sea mayor, debo prevenirlo, en virtud de que podría sufrir una gran desilusión y dejar su club, porque si no se lo explican a tiempo podría confundir los actos de algunos Rotarios con la organización misma y pensaría que su padre fue un soñador o que los Rotarios de antes eran mejores.

 

A los Rotarios no les gusta hablar de lo negativo, son siempre positivos y joviales, cuando invitan a una persona a ser Rotaria le hablan de lo bello, de lo bueno y de lo alegre, y tienen razón ¡porque todo eso inspira Rotary!, pero esto ¿no causará que muchos posibles socios no quieran ingresar o salgan de la organización ya que en el fondo no fuimos lo bastante éticos al invitaros?, les decimos todo lo que podemos y sabemos, pero se nos olvida decir que Rotary “es una organización conformada por seres humanos”.

 

Conozco personas que nunca han querido ser Rotarios porque dicen que conocen a 2 ó 3 socios que tienen mala reputación y que si nuestra organización agrupa gente como ellos, no vale la pena ser Rotario. En una pequeña población de México, que tenía entonces un club con 12 socios, en mi presencia el Presidente le preguntó a un joven médico que si quería ingresar al club, a lo que contestó: “mientras tengan dentro del club a ese abogado estafador, no creo que a nadie le interese ser Rotario”. Quedé sorprendido con esa contestación tan franca y pensé, ¿cuántas personas a las que invitamos a ser Rotarias no quieren ingresar por estas razones y no se atreven a expresar su verdadera excusa por temor de ofender a alguien.

 

Por eso, queridas compañeras y compañeros, permítanme leerles una carta que he preparado a mi hijo José Alfredo, está hecha, viendo su eterna sonrisa, y pensando ¿que podría pasar si mi vida se cortara antes de verlo servir en Rotary?

 

“Querido hijo: para cuando entiendas esta carta sabrás que la ética estudia lo bueno y lo malo de la conducta humana, y habrás visto que en ocasiones el hombre la usa como escudo o espada, o de ambas formas a la vez, se esconde tras ella o la utiliza para dañar o herir en su nombre o la esgrime como bandera para facilitarse la obtención de dinero y poder. Esto confunde porque no todo lo que no es bueno es malo, y la maldad y la bondad son etiquetas que ponemos de acuerdo a nuestra propia conveniencia.

 

Quizá lo más difícil para el ser humano, es distinguir entre lo bueno y lo malo. No todo lo que hiere es malo y no todas las personas que juzgamos malas hieren. Tal vez la bondad y la maldad son cristales que están dentro de nuestro corazón y vemos a través del que más nos conviene, después de todo la “moral convencional” nunca va en contra de nuestros intereses y comodidades.

 

Tú conoces mi viejo libro de pasta azul, “El Profeta” de Jalil Gibrán, en una parte, cuando habla del bien y del mal dice: ..Eres bueno cuando te esfuerzas por dar de ti mismo, sin embargo, no eres malo cuando buscas tu provecho, porque cuando procuras tu beneficio no eres sino una raíz que se adentra en la tierra y succiona de su seno; seguramente el fruto no puede decir a la raíz: “sé como yo, madura y plena y siempre dando de mi abundancia”, porque para el fruto el dar es una necesidad, como el recibir es una necesidad para la raíz...

 

…Eres bueno cuando caminas hacia tu meta firmemente y con pasos intrépidos, pero no eres malo cuando caminas hacia ella cojeando, porque aún aquellos que cojean no retroceden, pero si eres fuerte y ágil, procura no cojear ante el lisiado ensombreciendo tu bondad. Puedes ser bueno de múltiples maneras y no ser malo cuando no eres bueno, en tu anhelo por un yo superior está tu bien y ese anhelo está dentro de todos los hombres... ” (Fin de la cita).

 

Hijo mío, Rotary es un eterno anhelo por buscar ese yo superior, y desde ahora te digo que sus socios siempre están en busca de la bondad a través del servicio, porque Rotary es la ética misma, él deber ser, porque la bondad se origina en él querer ser bueno y se perfecciona en la medida en que seamos coherentes entre nuestros hechos y nuestras palabras y el ser bueno se alcanza en la medida en que practiquemos los valores más elevados.

 

En Rotary, como en todas las organizaciones humanas, no conocerás seres totalmente buenos porque están en un constante proceso de ser mejores, y eso tiene un principio, “el reconocer nuestros defectos e incapacidades”. Los defectos los encontrarás en la superficie de la gente, son fáciles de ver, en cambio, sus cualidades y sus bondades tienes que descubrirlas poco a poco, filtrando lo que ves y sientes a través de tu corazón y no solamente de tu cerebro, si sabes aprender de ellas te darás cuenta que hablar de lo bueno de la gente es enriquecerse y criticar es empobrecerse, entonces y solo entonces, ya no te preocupará el distinguir lo bueno de lo malo, porque te concentrarás entonces en el dar y en el darte.

El servir es uno de los actos más bondadosos, y la bondad tiene grados de acuerdo a la intención y el resultado, que llega a la cumbre en lo que las religiones conocen por santidad, condición de la que no puedo hablarte, porque poco se dé el. En Rotary también se gradúa la bondad del servicio, porque no es lo mismo SE BENEFICIA MAS EL QUE MEJOR SIRVE que DAR DE SÍ ANTES DE PENSAR EN SÍ.

 

Si vuelves a leer el objetivo de Rotary, te darás cuenta que si lo llevas a la práctica, estarás dentro de la más avanzada ética y aprenderás y tendrás una vida más plena. ¿Qué le pasaría a tu vida si día tras día te propones “estimular y fomentar el ideal de servicio como base de toda empresa digna?”.

 

Hasta donde he vivido conozco dos secretos para ser feliz: 1.- Mantener el equilibrio entre todas las fuerzas animales y divinas que tenemos dentro de cada uno de nosotros y nunca caminar por ningún extremo de la vida, siempre mantenerse en el término medio. Esto último no quiere decir que seas mediocre, se refiere a que “todos los extremos son malos” y no a que renuncies a “alcanzar las estrellas” y volar tan alto como puedas.

 

Existen otras tres reglas importantes que te ayudarán a mantener el equilibrio en tu vida: 1.- hay que ser felices con lo que somos y con lo que tenemos (sin renunciar tampoco al mejoramiento diario, pero que el afán de superación no se convierta en obsesión y sufrimiento); 2.- pensar más en los demás que en uno mismo y sobretodo “actuar” a favor de los demás, mejórale la vida a todo ser que se te acerque y 3.- lucha contigo mismo para ser coherente entre lo que piensas, dices y haces. Si además conviertes tu camino en una meta, serás feliz todos los días de tu vida.

 

¿Por qué luchar por la felicidad, mejor dicho por tener una “vida plena”?, Porque solo si eres feliz serás apto para servir, ya que hablamos de actos buenos y malos, recuerda que el que daña con intención de dañar lo hace porque cree que no es feliz y que los demás son más felices que él, lo atormenta la envidia y el egoísmo.

 

Si algún día eres Rotario no te preocupes de aquellos a los que consideras que no son lo suficientemente éticos para formar parte de la organización, porque la mayoría tarde o temprano se irá, y aunque en ciudades grandes y en pueblos vecinos, sean como las golondrinas “que vuelan” de club en club, el viento se encargará de alejarlos para siempre; Pero no todos se van, otros se quedan porque se sienten solos y necesitan de amigos, algunos otros también se quedan con el único propósito de sacar algún provecho de los que consideran “ingenuos y soñadores” compañeros Rotarios.

Otros, con más astucia que merecimientos y con más oportunismo que bondad, no pueden dejar Rotary porque aquí los aplauden, les otorgan honores y tienen las manos tibias y las sonrisas frescas de las personas que sinceramente los aprecian; Todos ellos no son malos, simplemente, como diría Gibrán, nunca han dejado de ser “raíces” y siguen teniendo la necesidad de succionar de la tierra.

 

Hijo mío: sé que tu sentido de la bondad y la justicia, en algún momento de harán reprochar, tal vez públicamente, alguna conducta que consideres que daña la buena imagen de Rotary o la de algún compañero Rotario, te confieso que a mí me ha sucedido varias veces a lo largo de mi vida y en algunos momentos me he sentido Quijote y he luchado no contra hombres o ideas, sino contra hechos, sin importarme otra cosa que no sea lo que yo creo que es la defensa de los valores humanos, pero en mi lucha he olvidado que los actos que juzgamos como “malos” obedecen a la falta de amor a los demás y a nosotros mismos, y que no es posible combatir a la maldad con la misma maldad a la que estamos combatiendo.

 

Para esto existe un sentimiento que se llama comprensión, y en el peor de los casos “tolerancia” y que en su esencia más profunda nos hace entender que “el amor es la perfección de la conciencia, no comprendemos porque no amamos y no amamos porque no comprendemos”. Pero que la tolerancia y el amor por los demás no se convierta en complicidad de actos que dañan a tus compañeros y a nuestra organización. Lucha por conservar a Rotary como un vivo ejemplo de lo que se puede lograr cuando las personas éticas se unen para servir, pero cuida de no dar publicidad a través de tu espíritu de lucha de los muy pocos casos de falta de ética en Rotary porque estarás dañando la imagen de todos los que formamos parte de esta organización.

 

No creo que exista maldad en Rotary, lo que sucede es que algunos seres humanos que son socios de un Club Rotario en ocasiones tienen necesidades diferentes a las de servir, pero son casos muy raros, y no vale la pena tomarlos en cuenta en un mundo de servicio y amor por los demás. Tú tienes la libertad de luchar por lo bueno, pero la libertad es hacer todo aquello que no lastime a nadie, no necesitarás castigar, no tienes derecho. La persona que participa en actos que se apartan de la ética que nuestra organización exige, tendrá el castigo con la misma intensidad que su mala fe. Que todo esto no te haga sentir supremo juez, porque tu y yo somos seres humanos con muchos defectos y cometemos todos los días errores y actos que dañan a otros, pero lo más importante es que cuando hayas dañado a alguien ¡no haya existido en tu alma la intención de hacerle un mal!

 

La sabiduría la podemos aprender de otros, pero la prudencia debemos buscarla en nosotros mismos. Nunca te fijes demasiado en los errores y las faltas de tus compañeros, porque Rotary es para disfrutarse y no para sufrirse. Ten la voluntad y comprensión suficientes para que tus horas construyan días felices, para los demás y para ti mismo, porque en cada amanecer la vida nos da una nueva oportunidad.

 

En Rotary lo importante no es vigilar si los demás son éticos, lo fundamental es el esforzarse por serlo uno mismo. Pero si algún día sientes la necesidad de reprochar o denunciar una mala acción, recuerda lo dicho por Don Quijote A Sancho: “Sancho, nunca dobles la espada de la justicia, pero si algún día te ves obligado a hacerlo, que sea por misericordia, y jamás a cambio de una dádiva”.

 

Muchos aparentemente buenos Rotarios dejan de pertenecer a Rotary por que dicen que el club ha perdido su categoría y que han ingresado como socios personas cuya ética y educación dejan mucho que desear o que el Presidirte actual o la junta directiva no están actuando correctamente, tal vez tengan razón, pero les falta espíritu de lucha y confianza en sí mismos para quedarse y ayudar al club con su “trabajo” y no solamente con opiniones. Rotary, requiere de líderes, te aconsejo que luches por quedarte en el club, y si consideras que no puedes convivir con un compañero al que crees que es un mal Rotario, por lo pronto no convivas con él, dedícate a servir que es nuestro único objetivo, al tiempo, sin buscarlo tendrás la oportunidad de cambiar de parecer, así han nacido amistades sinceras y fuertes.

 

La única razón real para que dejes de ser Rotario es que ya no sientas la necesidad de servir, en ese momento te pido por favor que abandones Rotary, ya no tienes nada que hacer aquí, no creas que por el hecho de haber tenido un abuelo y un padre Rotarios, tú automáticamente estás capacitado para serlo.Yo conocí al hijo de quien fuera, hace muchos años, un hombre que ocupó responsabilidades importantes bajo nuestro emblema, y nunca ha sido Rotario porque no tiene la categoría y la ética para poder serlo.

 

Cuando ingresé a Rotary en el club de Pachuca, me ingresaron en contra de mi voluntad porque no siguieron los pasos recomendados y, además, porque no creía entonces tener los atributos necesarios para pertenecer a la maravillosa organización a la pertenecía mi padre.

Soltero, medio tartamudo y con un pánico tremendo ante la simple idea de tomar un micrófono y hablar en público, sin embargo, a la semana siguiente de mi ingreso ya estaba involucrado en un proyecto ecológico en un bosque cercano, eso fue lo que evitó mi deserción al poco tiempo, él sentirme útil, el saber que podía hacer algo por los demás y que siempre me he dado cuenta que el más beneficiado fui yo, ya que me siento un ser humano más apto para ayudar.

 

Lo único importante es “ser Rotario”, es decir, participar en actividades colectivas en beneficio de otros, sin olvidarte de tu familia, de ti mismo y de tu trabajo.

 

Ni tu abuelo ni yo ingresamos a este movimiento de servicio pensando que sería un “trampolín” en nuestra vida pública, o que llegaríamos a ser algún día Presidentes de Club, eso llegó con los años y sin buscarlo, además, lejos de sentirnos “importantes” nos preocupó la responsabilidad que eso significaba. En lo personal te aconsejo que no busques “puestos” por el hecho de “querer ser”, porque entonces la desilusión y la frustración harán de tu vida Rotaria una labor amarga. Sin embargo, si la vida te lleva a posiciones de liderazgo, recuerda que debes poner lo mejor de ti mismo para que los demás cumplan sus metas, para que se cumpla en objetivo de Rotary y para que tu cumplas tus objetivos personales.

 

También recuerda que el éxito despierta algunas envidias, por lo tanto, no te extrañe la crítica, que normalmente viene de personas temerosas y con poca seguridad en sí mismas que quieren quitarte la felicidad, porque ellos creen que son menos felices que tu, ignorando que la felicidad depende de uno mismo y no de los demás. Esto no quiere decir que no escuches las críticas y sugerencias porque ayudarán a mejorarte.

 

El mismo Presidente de Rotary International NO es más importante que un socio de recién ingreso en el club más pequeño del mundo; Podrás ocupar por uno o dos años algún puesto importante, mas seguirás siendo Rotario por el resto de tu vida y eso es lo que realmente vale la pena.

 

Recuerda que el hombre será más ético en la medida en que más se olvide de sí mismo para pensar en los demás, y el Rotario que está en búsqueda constante por ser mejor, debe expresarlo con hechos; en sí mismo, con su familia, en su trabajo, con sus vecinos y con todos los seres y cosas que tienen contacto con él.

 

La ética debe ser coherente entre lo que se piensa, se dice y se hace, debe ser sincera, desinteresada, espontánea, alegre y eficiente, la ética será lo único que logre que la especie humana no haga ni se haga daño; con ética no habrá guerra, hambre e ignorancia.

 

La amistad es fundamental en Rotary, sin embargo es un medio para lograr nuestro fin que es el servicio, recuerda que: aquel que siembre amistad, cosechará amistad, aquel que siembre buena voluntad, cosechará buena voluntad, aquel que siembre amor, cosechará amor, y todo lo que coseche lo recibirá en vida y los frutos alcanzarán a sus hijos.

 

Todo esto que te he escrito son experiencias que me han dado una forma de ser y de sentir sobre

Rotary, sin embargo, tengo más por aprender que lo que creo que sé, y tal vez esto que ahora es mi verdad pudiera cambiar en el futuro, si esto sucede no dejaré de decírtelo.

 

Hijo mío: si tú me preguntaras si tengo heridas de mi vida Rotaria o si ha habido Rotarios que me dañaron o me causaron problemas, te respondería como lo hizo Martín Fierro, (cito aquí a don José Hernández):

 ...”es la memoria un gran don, calidad muy meritoria y aquellos que en esta historia sospechen que les doy palo. Sepan que olvidar lo malo, también es tener memoria…”  (Fin de la cita)

 

Hijo: espero que algún día seas digno de que te inviten a ser Rotario, pero si nunca llegas a serlo, de todas maneras dedícate a estimular y fomentar el ideal de servicio como base de toda empresa digna, porque servir es sembrar y si logras sembrar sinceramente para otros sin pensar en ti, serás ético y valioso para los demás y para ti mismo.

 

Recuerda que es importante sembrar árboles para otros, porque es justo reconocer la sombra y los frutos que hemos disfrutado de árboles que no sembramos, si algún día llegas a ser Rotario, cuando te den la bienvenida recibirás un libro que se llama "bienvenido a Rotary”, el mismo que me entregaron un 7 de enero de 1976, en su primera página encontrarás lo que entonces me escribió tu abuelo: ...”hijo, nunca dejes de pensar y actuar sirviendo”, y hoy, en la parte izquierda de lo escrito por mi padre, dejo escrito lo siguiente:

“Hijo, que dios te bendiga y te conceda la inteligencia y el corazón para ser un buen Rotario”.

 

Tu padre que te quiere, José Alfredo.